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Si encabezas un emprendimiento, seguramente sabes el reto que supone gestionar de forma eficiente los recursos. Es por eso que hoy te traemos un tema crucial para el éxito de tu empresa: la planificación financiera. 

El reciente estudio de la ASEM sobre Gestión financiera de las empresas mexicanas encontró que 37% de los emprendedores no planifican sus finanzas. Esto es preocupante, ya que estamos hablando de un componente esencial para el crecimiento y la estabilidad de cualquier negocio. 

Pero no te preocupes, en este post exploraremos las cuatro etapas fundamentales que toda Pyme debe considerar al momento de crear tu plan. ¡Comencemos!

 

¿Qué es la planeación financiera?

La planeación financiera es el proceso de establecer metas y objetivos claros para tu empresa, y desarrollar estrategias efectivas para alcanzarlos. Implica:

  • Analizar detenidamente los recursos disponibles
  • Evaluar las oportunidades y los riesgos, y 
  • Tomar decisiones informadas que impulsen el éxito a largo plazo de tu negocio.

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En pocas palabras, la planificación financiera te permite tener una visión clara de dónde te encuentras actualmente y hacia dónde te diriges en el futuro. Es una brújula que te guía en la toma de decisiones acertadas: desde la asignación de presupuestos hasta la identificación de áreas de inversión y crecimiento. Al tener un plan sólido, estarás preparado para enfrentar los desafíos y aprovechar las oportunidades que se presenten en el camino.

 

Revisemos las cuatro etapas de la planificación financiera: 

1. Objetivos, de acuerdo con las necesidades del negocio

La primera etapa de este plan implica establecer objetivos claros y alcanzables, en línea con las necesidades específicas de tu negocio. Estos objetivos pueden abarcar diferentes áreas, como:

  • El aumento de las ventas
  • La reducción de costos 
  • La mejora de la rentabilidad 
  • La expansión a nuevos mercados

Es importante que los objetivos financieros sean realistas y medibles. Debes considerar factores como la situación actual del mercado, la competencia y los recursos disponibles. Además, es recomendable establecer plazos para cada objetivo, lo que nos lleva a la siguiente etapa.

2. Plazos, basados en tiempos razonables

Los periodos establecidos deben ser realistas, ya que es crucial para la eficacia de tu plan financiero. Toma en cuenta que los plazos te ayudan a mantener un enfoque claro y a medir tu progreso a lo largo del tiempo. 

Te recomendamos establecer tus metas a corto, mediano y largo plazo, lo que te permitirá dividir tus objetivos en tareas más manejables y evaluar tu desempeño periódicamente.

Al establecer fechas para tus objetivos ten en cuenta lo siguiente, con el fin de fomentar el compromiso y la motivación en tu equipo:

  • No te exijas demasiado en plazos irreales, pero tampoco te quedes atrás. 
  • Los tiempos deben ser desafiantes pero alcanzables.
  • Considera la naturaleza de tu industria y la realidad de tu negocio.

Te invitamos a leer: 8 documentos para la gestión de tu empresa.

3. Elaborar un presupuesto para cumplir cada meta

Una vez que hayas establecido tus objetivos financieros y los plazos correspondientes, es momento de elaborar un presupuesto detallado para cada meta. Esto te permitirá asignar los recursos necesarios y controlar tus gastos de manera efectiva.

Al desarrollar este documento, considera todos los datos relevantes, como:

  • Ingresos 
  • Costos operativos 
  • Inversiones 
  • Financiamiento 

Asegúrate de ser realista y tener en cuenta posibles imprevistos. Un presupuesto sólido te ayudará a mantener el equilibrio y a tomar decisiones fundamentadas en relación con las inversiones y los gastos.

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4. Control de las decisiones y medir resultados

La última etapa de la planificación implica evaluar objetivamente las decisiones que se toman y medir los resultados obtenidos. El seguimiento y el análisis son esenciales para determinar la efectividad de tu plan financiero y realizar ajustes si es necesario.

Establece indicadores clave de desempeño (KPIs) que te permitan medir el avance hacia tus objetivos. Estos KPIs pueden incluir métricas, como:

  • El retorno de la inversión (ROI) 
  • El margen de beneficio
  • El flujo de efectivo

Te recomendamos analizar regularmente estos indicadores y compáralos con tus objetivos iniciales para identificar áreas de mejora y tomar decisiones informadas para el futuro.

A manera de conclusión, podemos decir que la planificación es un pilar fundamental para el éxito de cualquier Pyme. A través de las cuatro etapas que hemos explorado en este artículo, podrás establecer una estrategia financiera sólida y orientada a resultados. 

Sin embargo, recuerda que no es un proceso estático, sino que debe ser revisado y ajustado periódicamente a medida que tu negocio evoluciona.

¿Quieres conocer nuevos temas para la gestión de tu emprendimiento?, te invitamos a estar pendiente de otros contenidos en el blog de la Asociación Mexicana de Emprendedores (ASEM), donde encontrarás información útil.

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