Emprendedoras de LATAM rompen la brecha de género con sus proyectos en acción
- 26% de las emprendedoras mexicanas señalan a la falta de disponibilidad del tiempo como uno de los principales motivos de fracaso al emprender.
- En Costa Rica, el trabajo no remunerado dedicado al cuidado y labores del hogar representa alrededor del 25.7% del PIB del país.
- En Perú el 60% de los emprendimientos son liderados por emprendedoras y en Colombia el 62.4% de las empresas constituidas están lideradas por una mujer.
Ciudad de México, 24 de noviembre de 2022.- Los países de Latinoamérica aglutinan grandes similitudes; en cuestión de equidad de género, los retos para los países de la región son similares y el ámbito del emprendimiento no es la excepción. Sin embargo, las emprendedoras se han abierto paso en un terreno donde aún la presencia masculina es mayoritaria, y gracias al crecimientos de sus empresas han abierto nuevos espacios para el diálogo y la equidad.
Para abordar los retos y las oportunidades que tienen las mujeres emprendedoras en América Latina, la Asociación de Emprendedores de México (ASEM) realizó el panel virtual Panorama del emprendimiento de mujeres en LATAM, donde Juana Ramírez, Presidenta del Consejo Directivo de dicha asociación conversó con Mariella Soto, Vicepresidente de la Asociación de Emprendedores de Perú (ASEP); Ana Yanci Carmona, Presidenta de la Asociación de Emprendedores de Costa Rica (ASECRI) y Sandra Marcela Porras, Gerente de Nuevos Negocios de Creame, incubadora de empresas en Colombia.
Las emprendedoras destacaron el valor de las empresas fundadas por mujeres; no obstante, señalaron que aún persisten retos muy puntuales, sobre todo en cuestión de educación financiera y contable.
Durante su intervención, Juana Ramírez afirmó que “la falta de conocimiento financiero y contable de las emprendedoras también genera una importante barrera a la hora de levantar inversión o ser sujeta a crédito”, lo cual impacta directamente en la posibilidad de crecimiento de los proyectos liderados por mujeres. Por otra parte, señaló que sólo el 5% de la inversión destinada a las startups de la región se dirige a proyectos encabezados por una mujer.
Las participantes coincidieron en que el emprendimiento es pieza clave de movilidad social y un buen síntoma del acceso que tiene la población a servicios como salud, comunicación o tecnología; sin embargo, Mariella Soto, Vicepresidenta de la ASEP reiteró que hacen falta apoyos e iniciativas reales con enfoque de género, que faciliten el acceso al financiamiento y a los avances tecnológicos. Afirmó que el estudio de mujeres del pacifico que sitúa a Perú con tan sólo tres iniciativas de apoyo gubernamental al emprendimiento femenino, en contraste con el promedio de la región, que va del 10 al 15.
Agregó que, aunque en sectores como el de las fintech la participación de las mujeres ha sobresalido, aún las empresas con enfoque tecnológico están lideradas mayormente por hombres.
“Hay un trecho importante que caminar y lo que hemos visto en México es que es mucho más frecuente que los emprendimientos femeninos estén muy enfocados en ciertos sectores como salud, servicios, educación, es decir, las mujeres comúnmente están en espacios relacionados a labores como el cuidado. Todavía tenemos una deuda pendiente en el impulso de las carreras STEM (Ciencia, Tecnología, Ingeniería y Matemáticas, por sus siglas en inglés). En México, apenas 1 de cada 10 empresas de tecnología han sido fundadas por mujeres”, agregó Juana Ramírez.
El cuidado no remunerado del hogar, de hijos y de personas enfermas es otra de las dificultades para las emprendedoras de América Latina, quienes tienen que hacer el equivalente en tiempo a dobles o hasta triples jornadas laborales. De esto da cuenta la Radiografía del Emprendimiento en México 2021, edición Mujeres de la ASEM, pues para el 26% de las emprendedoras, la falta de disponibilidad del tiempo es uno de los principales motivos de fracaso a la hora de emprender.
Por su parte, Ana Yanci Carmona, Presidenta de la ASECRI, mencionó que en Costa Rica, el trabajo no remunerado dedicado al cuidado y labores del hogar representa alrededor del 25.7% del PIB del país.
Liderazgo femenino
En temas de liderazgo femenino, Costa Rica destaca como nación de emprendedoras pues, alrededor del 74.5% de quienes conforman la ASECRI son mujeres, destacó Carmona. Mientras que para el caso de Perú, Mariella Soto mencionó que el 60% de los emprendimientos son liderados por emprendedoras.
Para el caso de Colombia, Sandra Marcela Porras explicó que en el país, 62.4% de las empresas constituidas están lideradas por una mujer. Agregó que para los primeros cinco meses de 2022, el emprendimiento femenino aumentó 82% en comparación con años anteriores. Pues mientras que en 2020 se crearon cerca de 38 mil empresas en este periodo, en 2022 fueron más de 70 mil. “Un panorama esperanzador y de empoderamiento para las mujeres colombianas”, dijo.
Durante la charla virtual transmitida a través de la página de Facebook de la ASEM, las líderes latinoamericanas reconocieron el papel de las redes de apoyo y de comunicación para las mujeres emprendedoras.
Mariella Soto, destacó que en Perú lo que ha incentivado el emprendimiento: “es la capacidad de las mujeres de formar comunidades para ayudar a otras a seguir creciendo. El panorama lo veo lleno de oportunidades, a pesar de los retos hay muchas soluciones que podemos crear”.
Las participantes del panel también abordaron el papel de los estudios y encuestas como herramientas para visibilizar las desigualdades, así como los espacios ganados por las emprendedoras y como guías sobre los temas en los que hay que trabajar en la región.
La Presidenta de la ASEM reiteró el compromiso de la asociación con las emprendedoras y destacó los proyectos de apoyo y capacitación que ha realizado a favor de ellas, como el programa de Mujeres Emprendedoras y la Cumbre Emprendedora 2022, cuyo tema fue ‘La mujer como motor de la economía’.
La conversación concluyó con un análisis de la situación latinoamericana de las mujeres emprendedoras y con reconocimiento del potencial de crecimiento hacia el futuro inmediato, las tareas pendientes y el gran trabajo y esfuerzo que desde sus trincheras cada asociación hace en busca de la equidad y el beneficio de las mujeres latinoamericanas.
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