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En el movimiento emprendedor en México, cada vez son más las mujeres que se integran con diferentes tipos de emprendimiento, alunas porque encuentran una oportunidad de negocio y otras veces como respuesta a la necesidad de sumar una fuente de ingreso adicional o autoemplearse.

De acuerdo con la Radiografía del Emprendimiento en México, edición Mujeres, el 21.8 % de las mujeres que fundó un negocio lo hizo motivada por no tener trabajo en ese momento, pero sí una necesidad urgente de generar ingresos. 

Por su parte, la Fundación Woman Forward, que tiene como objetivo impulsar el talento femenino, señala que uno de los desafíos de las mujeres empresarias es lograr un equilibrio entre el negocio y la familia, ya que generalmente son vistas como “la espina dorsal” de dicha estructura social.

¿Cómo pueden las emprendedoras mexicanas encontrar un balance entre ambos roles? Ese es el tema de este post, ¿te sientes identificada con esta situación? Aquí te compartimos algunas recomendaciones para conciliar estos dos aspectos de la vida de forma más efectiva: 

1. Establece prioridades claras

Un buen primer paso para lograr un equilibrio es entender que no se puede hacer todo al mismo tiempo. Querer responder a todas las responsabilidades, tanto dentro como fuera de su negocio, puede generar un fuerte desgaste emocional y físico. 

Por ello, es fundamental que aprendas a priorizar tus tareas en los dos ámbitos: el personal y el profesional. Puedes hacer una lista de tus objetivos principales y decidir qué es lo más importante en el corto, mediano y largo plazo. 

No todas las tareas requieren la misma atención inmediata, y algunas pueden esperar o ser delegadas. Pregúntate: ¿Qué es lo que más valoro? ¿Cómo puedo distribuir mi tiempo para atender a lo que realmente importa? De esta manera, podrás enfocarte en lo que te dará resultados y dejar a un lado lo que puede ser postergado.

2. Crea una rutina diaria y semanal

Una rutina bien planificada puede contribuir al equilibrio entre el trabajo y la familia, en la medida que tener una estructura del día a día funciona como una herramienta para ser más eficiente y evitar que las responsabilidades se mezclen. 

  • Lo más recomendable es establecer horarios para trabajar, descansar y pasar tiempo con tu familia o atender otras responsabilidades.
  • Si bien es probable que la rutina no siempre se cumpla a la perfección, contar con un esquema básico reducirá el caos que surge cuando intentas abordar varias tareas a la vez, sin identificar su prioridad.
  • También podrías usar herramientas de organización, como aplicaciones móviles, para seguir un calendario mejor organizado y evitar sentirte abrumada.

3. Aprende a delegar

Una de las lecciones más difíciles para las mujeres emprendedoras en México es aprender a delegar:

Sobre todo al inicio de un negocio es común querer estar involucradas en cada detalle, desde la operación diaria hasta las finanzas o la atención al cliente. Sin embargo, este enfoque puede ser agotador y, a la larga, no es sostenible, ni permite escalar el negocio.

Contratar a un equipo de trabajo o subcontratar ciertas tareas puede hacer una gran diferencia. Recuerda que delegar no es un signo de debilidad, sino una forma inteligente de gestionar mejor tu tiempo y asegurar que todas las áreas de tu vida reciban la atención adecuada.

 

Puedes leer en nuestro blog: El arte de emprender sin burnout

4. Establece límites entre el trabajo y la familia

Uno de los desafíos más grandes para las emprendedoras mexicanas es evitar que el trabajo invada su vida personal. 

Cuando tienes tu propio negocio, es fácil caer en la trampa de estar siempre “disponible” para resolver problemas o atender asuntos laborales, especialmente si trabajas desde casa. Pero, esto puede afectar tu bienestar emocional y la calidad de tus relaciones familiares.

Para evitarlo es importante que establezcas límites claros entre el trabajo y el hogar. Incluso, de ser posible, puedes definir horarios específicos en los que te desconectes completamente de tus actividades laborales. 

De igual manera, puedes establecer reglas en casa, como no revisar correos electrónicos durante la cena o los momentos familiares importantes. Al respetar estos límites, mejorarás tu productividad y reforzarás las relaciones con tus seres queridos.

5. Cuida tu bienestar físico y emocional

Como ya mencionamos, el equilibrio entre el trabajo y la familia repercute en la organización de tus tiempos, pero también en tu estado físico y mental. 

Las emprendedoras suelen poner sus necesidades al final de la lista y generalmente priorizan el negocio o la familia antes que su propio bienestar. Sin embargo, descuidarte puede tener un efecto negativo tanto en tu rendimiento como en tu vida personal.

Lo mejor es tomarse un tiempo para practicar algún deporte, tener un hobby o simplemente disfrutar de un momento de relajación, como una práctica para mantener tu salud en buen estado. 

Recuerda que el autocuidado no es un lujo, sino una necesidad para poder seguir adelante con tu proyecto emprendedor y tus otras responsabilidades: Si tú no estás bien, será más difícil cumplir con tus múltiples compromisos.

6. Busca apoyo en redes de colegas

Recuerda que no estás sola en este camino. Existen redes y comunidades de emprendedores en México que ofrecen apoyo, mentoría y oportunidades de networking, como los que ofrece la Asociación de Emprendedores de México (ASEM).

Unirte a estos grupos te proporciona herramientas y consejos para hacer crecer tu negocio, pero sobre todo puedes obtener compañerismo y empatía de otras mujeres o personas que están pasando por situaciones similares.

Estas redes pueden ser de gran ayuda para compartir experiencias, capacitarse, crecer, aprender de otras mujeres, encontrar soluciones conjuntas y sentirte apoyada en los momentos difíciles.

 

Te sugerimos leer: ¿Cómo te ayuda la ASEM a gestionar tu empresa?

7. Aprende a decir “no”

En muchas ocasiones, las emprendedoras caen en la trampa de querer aceptar todas las oportunidades que se presentan, ya sea por miedo a perder negocio o por el deseo de ayudar a otros. Sin embargo, aceptar más de lo que puedes manejar es una vía rápida hacia el agotamiento y la pérdida de balance.

Decir “no” a ciertos proyectos o compromisos es más que necesario. Por ello, es importante evaluar cada oportunidad que se te presente y decidir si realmente se alinea con tus prioridades y capacidades actuales. 

Considera que cada vez que dices “sí” a algo, le estás diciendo “no” a otra oportunidad, y esto puede afectar tu equilibrio.

 

Conclusión

Conciliar el trabajo y la familia es uno de los desafíos más grandes para las emprendedoras mexicanas, pero con una buena planificación, el apoyo adecuado y la capacidad de poner límites, es posible encontrar un equilibrio que te permita disfrutar tanto de tu vida personal como del éxito de tu negocio. 

Ser una emprendedora no significa renunciar a tu familia o a tu bienestar, sino aprender a gestionar ambos aspectos de manera inteligente y consciente. Recuerda que en la ASEM propiciamos espacios de encuentro y apoyo mutuo entre emprendedores y donde se crean oportunidades para impulsar negocios como el tuyo.

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