El paisaje empresarial mexicano se ha forjado a través de la diversidad, adaptabilidad y la incansable perseverancia de su gente. Desde negocios tradicionales hasta innovaciones tecnológicas, México presenta un espectro variado de emprendimiento y destaca como un hervidero de nuevos negocios en América Latina.
Ahondemos en algunos de estos tipos de emprendimiento y cómo están impactando la economía y sociedad mexicanas.
1. Emprendimiento escalable:
Este tipo de negocio está diseñado para crecer y expandirse rápidamente sin que ello implique un aumento proporcional en los costos. Son emprendimientos que, gracias a modelos flexibles y escalables, pueden atender a un público masivo desde su concepción.
Ejemplo: Las plataformas de aprendizaje en línea mexicanas, como aquellas que ofrecen cursos y capacitaciones, son un claro ejemplo de emprendimientos escalables. Pueden llegar a una amplia audiencia sin requerir infraestructuras físicas tradicionales, como aulas, adaptando sus contenidos y expandiendo su oferta según la demanda del mercado.
2. Emprendimiento tecnológico:
Los emprendimientos tecnológicos nacen de la intersección entre la innovación y la tecnología. Se centran en la creación y comercialización de productos o servicios tecnológicos, estando a menudo en la vanguardia de las tendencias globales. México ha experimentado un boom en este sector en la última década. El país se ha posicionado como un referente en América Latina en cuanto a startups tecnológicas, gracias a ciudades como Guadalajara, conocida como el “Silicon Valley mexicano”, y la creciente inversión en tecnología en la Ciudad de México. Además, programas gubernamentales y privados han impulsado la innovación, apoyando la creación y expansión de startups tecnológicas.
Ejemplo: Una de las áreas más notables es el sector fintech. Empresas como Bitso, una plataforma de criptomonedas, y Konfío, una fintech de préstamos para PYMES, son ejemplos del dinamismo y capacidad de innovación en el contexto tecnológico mexicano.
3. Emprendimiento de franquicia:
Las franquicias representan una oportunidad para aquellos que desean emprender con un modelo de negocio probado. En lugar de empezar desde cero, se adopta un modelo existente con reglas, procesos y una marca ya establecida. Esta opción reduce considerablemente el riesgo al contar con un manual y una estructura previamente diseñados.
Según la Asociación Mexicana de Franquicias, existen más de 1,500 marcas franquiciadoras en México, con alrededor de 90 mil unidades económicas. Estas generan aproximadamente 900 mil empleos y tienen un peso significativo en la economía, pues representan cerca del 5% del PIB. La inversión inicial varía ampliamente, pudiendo oscilar entre los $200,000 hasta montos superiores a los $10 millones de pesos.
4. Emprendimiento oportunista:
Los emprendedores oportunistas tienen un olfato innato para detectar nichos de mercado emergentes o desatendidos. Actúan rápidamente y adaptan sus negocios a estas nuevas oportunidades.
Ejemplo: en el contexto de la pandemia de COVID-19, surgieron numerosas empresas dedicadas a la producción y distribución de artículos sanitarios, desde gel antibacterial hasta cubrebocas, atendiendo las urgentes demandas del mercado mexicano.
5. Intraemprendimiento:
El intraemprendimiento hace referencia a aquellos empleados que, dentro de una organización ya establecida, generan ideas o proyectos innovadores que pueden ser adoptados por la empresa. Estos profesionales actúan como emprendedores internos, inyectando dinamismo y frescura en la organización.
Ejemplo: en algunas empresas de telecomunicaciones en México, algún colaborador propuso un nuevo sistema de atención al cliente basado en inteligencia artificial, mejorando sustancialmente la interacción con los usuarios.
6. Emprendimiento digital:
El emprendimiento digital es aquel que utiliza la tecnología y el internet como principales herramientas para ofrecer productos o servicios. A diferencia del emprendimiento tecnológico, que podría englobar desarrollos más amplios y complejos, el emprendimiento digital está centrado en soluciones, plataformas o servicios directamente relacionados con el espacio virtual o digital. En México, el crecimiento del acceso a internet y la penetración de smartphones ha impulsado una nueva ola de emprendedores digitales que buscan satisfacer necesidades específicas de la población.
Ejemplo: los marketplaces de artesanos mexicanos que permiten a estos talentosos creadores vender sus productos a un mercado más amplio a nivel nacional e internacional, o las plataformas de reserva y recomendación de restaurantes y sitios turísticos específicos para ciertas regiones del país.
México es un crisol de emprendimientos, reflejo de una mentalidad proactiva y adaptativa. Estos tipos de emprendimiento destacan la versatilidad y capacidad del país para responder a desafíos y oportunidades, moldeando un futuro prometedor en el ámbito empresarial.
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