Bajo el contexto de digitalización que reina en los mercados globales, las empresas mexicanas han tenido que actualizarse para continuar siendo competitivas en industrias cada vez más retadoras.
De hecho, debido a la contingencia y a las condiciones generadas por la pandemia de COVID-19, el 83% de las PYMES tuvo que generar cambios en sí mismas para sobrevivir a la crisis. De las necesidades nacientes, la transformación de procesos es central: el 77% de las empresas asegura que seguirá implementando nuevas tecnologías en el futuro.
¿Qué indican estos datos? Pues, precisamente que la transformación digital de las PYMES es un escenario lleno de posibilidades para empresas con intenciones de ganarse un puesto en su industria y, al mismo tiempo, representa un nuevo terreno con grandes retos.
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Contexto actual de las PYMES en México
Durante años, el número de establecimientos comerciales en México se ha mantenido estancado. Actualmente existen alrededor de 4.5 millones de PYMES en todo el territorio. Sin embargo, en el último año, más del 20% cerraron sus puertas de manera definitiva.2 A pesar de que los retos enfrentados por los pequeños y medianos emprendimientos anteceden la pandemia, la crisis generada por el COVID-19 tuvo serias repercusiones económicas en los ingresos del país y en el poder adquisitivo del ciudadano común. Esto se refleja directamente en los negocios de las micro, pequeñas y medianas empresas. Las principales afectaciones para este segmento fueron la disminución de ingresos debido al cierre de actividades no esenciales (73.7%), la baja demanda (47.2%) y la escasez de insumos o productos (19%).
En su gran mayoría, las PYMES mexicanas se nutren de ventas presenciales; por ello era natural prever una caída en el consumo. Además, no estaban preparadas para el cambio central que impuso definitivamente la pandemia: una economía remota. Así que, con la crisis sanitaria, la reducción laboral fue una solución que muchos empresarios tuvieron que tomar para poder sobrevivir. Durante el primer trimestre de la contingencia, el 18.6% de las PYMES redujo su plantilla de personal y un 20.6% redujo las remuneraciones y/o prestaciones a sus trabajadores.
Sin embargo, otro tipo de solución ganó fuerza en este período: la digitalización. De hecho, 8 de cada 10 PYMES realizaron algún cambio en su modelo de negocio en el que la tecnología tuvo un papel central. Y el 83% consideró que la transformación digital fue una pieza clave en la reactivación de su empresa.1
Muchas empresas tuvieron que migrar sus operaciones al entorno digital y tecnológico de manera abrupta. Todo esto muestra un área de oportunidad en la digitalización para mejorar la eficiencia de los procesos empresariales y el aumento de la productividad.
Transforma tus acuerdos
Muchos de los procesos que se pueden eficientar en las PYMES tienen un factor en común: los acuerdos. Los contratos y aprobaciones en papel conllevan errores, trabajo manual y costos que se pueden optimizar con procesos electrónicos.
Para garantizar el éxito de las PYMES en el proceso de transformación digital, invertir en la tecnología adecuada es crucial. Para ello, la firma electrónica es el primer paso para automatizar y simplificar las operaciones de todo negocio.
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