¿Te detiene la idea de elaborar un plan de negocios para tu empresa, por toda la investigación, dedicación, recursos y tiempo que exige? De hecho, aunque este documento es importante para muchos proyectos, no siempre es la herramienta más práctica.

Hoy queremos mostrarte las alternativas que hay al formato tradicional y que podrían ser más flexibles para tu emprendimiento, sobre todo si se encuentra en etapas tempranas o si necesitas un punto de partida para darle una mejor estructura.

¡Toma nota! Porque también te ayudaremos a determinar qué modelo te sirve más, de acuerdo con las necesidades actuales de tu negocio y sus objetivos a corto plazo.

 

¿Qué es el plan de negocios tradicional?

Es un documento estratégico que describe los puntos más importantes de una empresa, como:

  • Los objetivos del negocio.
  • Su modelo de operación.
  • El mercado al que se dirige.
  • La propuesta de valor.
  • Los recursos disponibles.
  • Las proyecciones financieras.
  • La estrategia que usará para lograr sus objetivos.

Su propósito es evaluar la viabilidad del negocio, documentar su operación, planificar estrategias y tener un respaldo como referencia para atraer a posibles inversionistas o socios.

Profundiza en: ¿Para qué sirve un plan de negocios y cómo impulsa tu emprendimiento?

 

¿Cuándo buscar alternativas al plan de negocios?

Es cierto que el plan de negocios tradicional muchas veces funciona como hoja de ruta a largo plazo, ya que, como vimos, sirve para realizar análisis más profundos, fijar estrategias y determinar si impactarán en los objetivos establecidos.

Como hemos explicado, en otros post, es un documento extenso y bien estructurado, que puede funcionar como una guía integral para empresas consolidadas o proyectos que buscan financiamiento formal.

Sin embargo, en la práctica este formato no siempre es el más práctico y puede llegar a convertirse en una carga, debido a que su elaboración requiere tiempo, información y recursos que muchos emprendedores no tienen.

Además, cuando se trata de proyectos en crecimiento, la rigidez del plan de negocios podría ser poco flexible para adaptarse ante nuevas oportunidades e imprevistos que hagan necesario tener que ajustar el ritmo. 

En ese caso, considera buscar alternativas cuando:

  • El negocio está en fase de idea o validación.
  • Necesitas lanzar un nuevo producto o servicio de forma rápida.
  • Trabajas con presupuestos limitados.
  • Tu modelo de negocio está en evolución.
  • Necesitas un formato sencillo para comunicar tu idea a inversionistas o aliados.
  • Buscas una herramienta colaborativa.
  • Tu negocio opera en entornos inciertos o innovadores.

 

Un cuaderno sobre un escritorio contiene un diagrama de la operación de un negocio. Sobre él, unas manos con uñas rojas colorean el esquema.

Principales alternativas a los planes de negocios tradicionales

Estas opciones se caracterizan por ser más ágiles y visuales, sin perder la función de ayudar a definir claramente la estrategia de tu emprendimiento en México. Te los explicamos:

 

1. Plan de negocios ágil

Se puede decir que es una versión simplificada del plan de negocios tradicional, ya que en lugar de detallar cada área se centra en:

  • ¿Qué vendes (producto o servicio y diferenciadores)?
  • ¿A quién (mercado)?
  • ¿Cómo lo haces (plan de marketing)?
  • ¿Qué recursos necesitas para lograrlo (plan de logística y operaciones)?

A diferencia del formato tradicional, este tiene una extensión breve (de 2 a 5 páginas como máximo), utiliza un lenguaje claro y directo y se enfoca en objetivos inmediatos y medibles, con base en necesidades actuales.

Estas características se deben a que está pensado para que sea revisado y actualizado frecuentemente.

Además, tiene la ventaja de ahorrar tiempo y recursos en su elaboración y, por ser tan concreto, facilita la comunicación con socios e inversionistas, así como la toma de decisiones y la adaptabilidad, por lo tanto, también promueve la innovación. 

Es recomendable para startups, emprendimientos en sus primeras etapas, empresas que están validando un nuevo producto o servicio, o para negocios cuyo mercado cambia constantemente.

Por ejemplo, una startup con una plataforma de suscripción semanal de kits de comida orgánica y vegana puede beneficiarse de un plan ágil para probar rápidamente qué menús tienen más demanda, qué zonas son más rentables y cómo optimizar la logística.

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2. Declaración de concepto de negocio

Esta es una descripción breve, precisa y convincente de la esencia del negocio:

  • ¿Qué haces (productos o servicios)?
  • ¿Qué solucionas o qué hace tu empresa (problema que resuelves)?
  • ¿A quién te diriges o a quién sirve (mercado)?
  • ¿Qué valor aporta o por qué tu propuesta es diferente a la competencia (propuesta de valor)?

Dicho de otro modo, una declaración de concepto de negocio es una forma de “cristalizar” la idea detrás de la empresa, ya que se usa generalmente para comunicar o presentar tu proyecto ante posibles aliados o inversionistas. 

Por lo anterior, es un esquema útil para negocios en fase de validación, especialmente cuando se busca captar la atención en poco tiempo, como sucede en los concursos de emprendimiento o Pitch con clientes potenciales.

También se puede usar como punto de partida para elaborar otros materiales más detallados que te presentaremos más adelante.

Un ejemplo de declaración de concepto de negocio se lee así: 

“Somos una solución de delivery enfocada en el bienestar y la productividad laboral, mediante menús de temporada hiperpersonalizados, preparados con ingredientes locales, listos para impulsar la jornada, sin sacrificar sabor ni salud”. 

Como se observa en el ejemplo, las características de estos formatos es que abordan:

  • El “dolor” del mercado y lo vinculan con soluciones, de forma positiva.
  • Usa un lenguaje de valor para comunicar los diferenciadores.
  • Se enfoca en el resultado. 

Descubre aquí otros recursos para emprendedores que ofrece la ASEM.

 

3. Lienzo del modelo de negocio (Business Model Canvas)

La principal característica de este “lienzo”, conocido como Business Model Canvas (BMC) es que es una representación visual del modelo de negocio.

Este esquema fue creado por el emprendedor y teórico Alexander Osterwalder, quien propuso resumir el funcionamiento completo de un negocio, mediante nueve bloques que interactúan y se relacionan entre sí:

Socios clave Actividades clave Propuesta de valor Relación con los clientes Segmento del mercado
Recursos clave Canales
Estructura de costos Fuentes de ingresos

Esta forma de estructurar los datos de la empresa tiene diversos beneficios, como:

  • Visualizar el negocio completo en una sola página.
  • Simplificar la comunicación del modelo de negocio.
  • Facilita la identificación de áreas de mejora o ajuste. 
  • Es una herramienta colaborativa, adaptable y flexible.

Con base en la plantilla que te compartimos, puedes ponerte manos a la obra para tener el lienzo de tu negocio:

  • Puedes dibujarlo en una pizarra o copiarlo a una hoja.
  • Usa post-its o escribe para personalizar cada bloque.
  • Analiza la coherencia entre las partes.
  • Llévalo a la práctica para probarlo.
  • Ajusta según los resultados o la retroalimentación.

Este es un ejemplo de una tienda de ropa:

  • Segmento del mercado: Jóvenes mexicanos, entre 20 y 35 años preocupados por el medio ambiente y la moda ética.
  • Propuesta de valor: Ofrecer prendas modernas, cómodas y sustentables elaboradas con materiales reciclados y procesos de bajo impacto ambiental.
  • Canales: Tienda en línea, redes sociales, marketplaces sustentables y colaboraciones con influencers verdes.
  • Relación con clientes: Comunicación cercana en redes, atención personalizada vía chat y programas de fidelización.
  • Fuentes de ingresos: Venta directa de prendas, suscripciones mensuales a cajas sorpresa y colaboraciones con marcas afines.
  • Recursos clave: Diseñadores, proveedores de textiles reciclados, plataforma de e-commerce y equipo de marketing digital.
  • Actividades clave: Diseño y producción de prendas, gestión de inventario, campañas de marketing y servicio al cliente.
  • Socios clave: Proveedores de materiales sustentables, empresas de logística ecológica y aliados de marketing.
  • Estructura de costos: Producción, mantenimiento web, publicidad digital y costos de envío.

 

Vista de diversas gráficas impresas en hojas de papel sobre un escritorio. Un hombre las revisa y realiza anotaciones.

4. Lean Canvas

Esta es una adaptación del lienzo tradicional (BMC), que tiene el objetivo de ser más compatible con el entorno de las startups y los proyectos en fase de validación. 

Su creador, el emprendedor Ash Maurya, cambió algunos bloques para enfocarse en los problemas del cliente y las soluciones que se están probando. 

Problema Solución Propuesta de valor Ventaja especial Segmento del mercado
Métricas clave Canales
Estructura de costos Fuentes de ingresos

 

Esta transformación del modelo ofrece diversas ventajas, como:

  • Es compatible con startups que operan bajo el modelo de metodologías Lean (de mejora continua) o de desarrollo ágil.
  • Facilita la tarea de identificar rápidamente qué funciona y qué aspectos deben cambiarse.
  • Al usar métricas, es posible tomar decisiones basadas en datos.
  • Es más sencillo iterar y validar la hipótesis del negocio antes de invertir recursos. 

El siguiente es un ejemplo de una app para encontrar estacionamiento en tiempo real, su Lean Canva contendría los siguientes datos:

  • Problema: pérdida de tiempo y combustible buscando estacionamiento.
  • Segmentos de clientes: conductores urbanos, flotillas de reparto y administradores de estacionamientos.
  • Propuesta de valor única: “Encuentra y reserva tu lugar más rápido, sin vueltas innecesarias.”
  • Solución: aplicación con geolocalización, pago integrado y monitoreo en tiempo real.
  • Canales: tiendas de apps, redes sociales, alianzas con estacionamientos.
  • Flujo de ingresos: comisiones por reserva y suscripciones mensuales para flotillas.
  • Estructura de costos: desarrollo de software, mantenimiento, marketing.
  • Métricas clave: usuarios activos, número de reservas y tasa de retención.
  • Ventaja competitiva: tecnología propia de detección de espacios en tiempo real.

 

5. Pitch deck de inicio

Esta es una breve presentación visual (de 10 a 12 minutos o 10 a 12 diapositivas concretas) donde se resume lo más importante de un negocio. La estructura recomendada es la siguiente:

    • Problema: describe el “dolor” o necesidad del cliente potencial.
    • Solución: explica cómo tu producto o servicio lo soluciona.
  • Producto o servicio: muestra imágenes, demo, prototipo o esquema de tu propuesta.
  • Tamaño del mercado: presenta datos que demuestren la oportunidad de crecimiento.
  • Modelo de negocio: explica cómo se generan los ingresos.
  • Estrategia de crecimiento: indica cómo planteas escalar o expandir tu mercado. 
  • Competencia: un recuento de tus competidores directos o indirectos y por qué tu propuesta es diferente. 
  • Ventaja diferencial: lo que solo tu negocio ofrece y es difícil de copiar.
  • Equipo: describe la experiencia y fortalezas del equipo. 
  • Proyecciones financieras: muestra los resultados esperados con cifras claras y realistas.
  • Solicitud de inversión: si aplica, especifica cuánto necesitas y en qué será invertido.

Para presentarlo, se recomienda:

  • Contar una historia que te ayude a conectar mejor, muestra el problema real y cómo impactas.
  • Ser visual: usa imágenes, gráficos, datos y ejemplos reales, pero con poco texto. 
  • Mantener un tono claro, breve y enfocado en el valor, pero que fluya naturalmente.
  • Practicar tu presentación para hablar con fluidez, transmitir seguridad y dominio del tema.
  • Terminar con un “llamado” claro que inspire a la acción: ya sea una alianza o inversión. 

Por su formato y la información que contiene, sirve para presentar proyectos a inversionistas, aceleradoras o socios potenciales. 

 

Un hombre encabeza una presentación ante un grupo de personas, en una sala de juntas. En una pantalla muestra una serie de gráficas.

Otras herramientas visuales complementarias

Además de las que ya revisamos, hay otras herramientas que complementan las anteriores y enriquecen el análisis estratégico, cuando ya tienes una idea clara del modelo de negocio, pero necesitas profundizar en la conexión con tus clientes. Por ejemplo:

Mapa de empatía

Se usa para profundizar en el perfil emocional y conductual del cliente ideal, mediante una matriz de seis cuadrantes que ayudan a entender sus motivaciones, decisiones e identificar necesidades ocultas.

Sirve para ajustar la propuesta de valor, la estrategia de marketing y los mensajes y estilo de comunicación usados en la interacción con los clientes. 

 

mapa de empatía del cliente.

Value proposition canvas

También conocido como lienzo de la propuesta de valor, es un complemento del business model canvas, que tiene el objetivo de alinear lo que ofreces con lo que tu cliente realmente necesita o valora. Es ideal para refinar una propuesta antes de ser lanzada. 

Se compone de dos partes: 

  1. El perfil del cliente: trabajos, frustraciones y aspiraciones.
  2. Mapa de valor: Productos y servicios, planteados como soluciones y beneficios. 

Su objetivo es que cada solución que se ofrece responda a un problema real identificado. 

 

Customer journey map

Se traduce como “Mapa del viaje del cliente” y es una representación visual del recorrido que hace un usuario desde que descubre la marca, hasta que se convierte en cliente. 

Sirve para identificar:

  • Puntos de contacto (sitio web, redes sociales, tienda física, servicio posventa)
  • Emociones que experimenta en cada etapa (duda, satisfacción o frustración).
  • Obstáculos que pueden frenar su decisión de compra.

Sirve para identificar áreas de mejora, eliminar fricciones y fortalecer los momentos de satisfacción. 

Por ejemplo, un e-commerce puede detectar que muchos usuarios abandonan el carrito por un proceso de pago confuso. Con base en eso, pueden rediseñar su flujo para hacerlo más ágil y confiable para los clientes. 

 

Un diagrama dibujado en una superficie, donde fichas de madera con forma de persona están conectadas por líneas negras con flechas, sugiriendo el “mapa del viaje del cliente”

¿Qué alternativa elegir según tu emprendimiento?

Ahora que conoces las alternativas al plan de negocios tradicional, para elegir la opción más adecuada puedes guiarte en factores como la etapa en la que está tu emprendimiento, la información que necesitas para avanzar y tus objetivos actuales.

En la siguiente tabla puedes ver cómo puedes empatar las necesidades de tu emprendimiento con un modelo:

Etapa del negocio Necesidad principal Modelos recomendados Por qué conviene usarlo
Fase de idea o validación inicial Comprobar si la idea es viable y si existe un público interesado. – Declaración de concepto de negocio 

– Lean Canvas

Ayuda a expresar la propuesta de valor, identificar el problema que se resuelve y validar hipótesis sin invertir demasiado tiempo o recursos.
Fase de estructuración o lanzamiento Organizar los procesos y definir cómo operará el negocio. – Lienzo del modelo de negocio (Business Model Canvas)

– Plan de negocios ágil

Ofrece un panorama de cómo se conectan clientes, canales, ingresos, costos y socios, para convertir una idea validada en un modelo sostenible.
Fase de crecimiento o búsqueda de inversión Comunicar el valor del negocio, demostrar resultados y atraer aliados, socios o inversionistas. – Pitch Deck de inicio 

– Plan de negocios tradicional actualizado

Permiten mostrar el potencial de crecimiento con datos y una narrativa clara; el pitch deck capta atención, mientras que el plan tradicional ofrece respaldo técnico y financiero.
Fase de optimización o reinvención Ajustar la estrategia o reenfocar la propuesta de valor ante cambios del mercado. – Value Proposition Canvas 

– Mapa de empatía

Ayudan a entender mejor al cliente actual, rediseñar productos y fortalecer la conexión emocional con el mercado, sin rehacer todo el plan de negocio.

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Elige lo que mejor funciona en tu emprendimiento

Como ves, el plan de negocios tradicional no tiene que ser siempre un paso obligado. Puedes elegir una herramienta flexible, adecuada a la etapa que cursa tu negocio. Por ejemplo, empezar con un lienzo simple o validar con un modelo ágil y luego escalar con un pitch. 

Estas alternativas pueden ahorrarte tiempo y recursos, para centrarte en lo importante y poder avanzar según tu negocio lo requiera. El camino emprendedor requiere mantener una mentalidad flexible y estratégica.

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