La incertidumbre en el mundo empresarial es una constante debido a factores como las decisiones políticas y la volatilidad económica global. En México, esta realidad se vuelve aún más compleja por el bajo crecimiento económico y las presiones inflacionarias que impactan al ecosistema emprendedor.
Si sientes presión y preocupación por el futuro de tu negocio, debes saber que, en el pasado, algunos emprendedores han aprovechado este tipo de contextos como una oportunidad para desarrollar una estrategia sólida a largo plazo.
En este post, exploraremos 7 estrategias accionables que pueden servirte en tiempos difíciles para mantener tu negocio en marcha.
¿Qué es la incertidumbre económica?
Se refiere a un contexto en el que es difícil pronosticar con precisión el futuro de la economía. Ocurre cuando múltiples variables, como el crecimiento del PIB, las tasas de interés, los precios (inflación) y las políticas gubernamentales, se vuelven impredecibles.
Para los emprendedores, eso se traduce en riesgos difíciles de medir y anticipar que dificultan la planeación financiera y operativa a corto y mediano plazo.
En años recientes, algunos casos de incertidumbre económica global fueron a causa de la pandemia de covid-19 (que paralizó cadenas de suministro), los picos de inflación que se registraron tras la apertura y los conflictos internacionales que han impactado los precios de la energía y los alimentos.
¿Cómo afecta la incertidumbre económica a los negocios?
Cuando existe incertidumbre económica, los efectos más notables en el tejido empresarial son:
Indecisión estratégica: pasos decisivos, como el lanzamiento de un producto, la entrada a un nuevo mercado o las contrataciones, se posponen o se toman con excesiva cautela.
Reducción de gastos operativos: se implementan recortes presupuestarios inmediatos en áreas que no generan ingresos directos. Esta es una estrategia para proteger la liquidez, pero que, a su vez, frena la capacidad de crecimiento futuro.
Freno en inversiones de capital: se detienen los proyectos que requieren un desembolso significativo, tales como la compra de maquinaria, la ampliación de plantas o el desarrollo de investigaciones y tecnología.
Pérdida y desmotivación del talento: un ambiente de inseguridad lleva al personal mejor calificado a buscar otras oportunidades en empresas que ofrezcan mayor estabilidad, lo que resulta en una pérdida de competitividad para la empresa.
Desconexión con las necesidades reales de los clientes: en la búsqueda de recortar gastos, se reduce la inversión en investigación de mercado, desarrollo de nuevos productos y servicio al cliente. Esto lleva a perder la oportunidad de adaptar su oferta y, consecuentemente, a debilitar la lealtad.
¿Cómo manejarlo de la mejor manera? A continuación, te compartimos algunas estrategias:
1. Analiza tus finanzas con enfoque en el flujo de efectivo
El primer paso no es recortar, sino entender a fondo tu salud financiera. Esto va más allá de la rentabilidad teórica e implica evaluar la liquidez y concentrarse en el flujo de efectivo. Después de esto:
- Realiza proyecciones financieras que consideren tres escenarios: optimista, realista y pesimista. ¿Cuánto tiempo puede sobrevivir tu negocio si sus ingresos caen un 20% o un 30%?
- Acelera las cuentas por cobrar: implementa políticas más estrictas para reducir los días de crédito a los clientes o negocia con proveedores clave, sin afectar la relación comercial.
- Identifica activos no utilizados, como maquinaria, inventario obsoleto o equipos que pueden venderse o rentarse, para generar efectivo inmediato.
En el Estudio de gestión financiera y contable de las empresas en México que realizamos en ASEM, encontramos que el 28% de los negocios no realiza una planificación financiera.
Sin embargo, tener claras las metas del negocio ayuda a estar preparados para adaptarse a las nuevas condiciones del mercado.
2. Revisa y ajusta costos operativos
Una vez que entiendes tu flujo de efectivo, puedes actuar sobre tus costos. Es decir, que en lugar de hacer recortes ciegos, identifiques los costos que no aportan valor al cliente ni al producto final. Para esto:
- Clasifica tus costos: divídelos en fijos y variables. Enfócate primero en optimizar los costos variables, negociando volúmenes o buscando nuevos abastecedores.
- Realiza un análisis ABC (Costeo basado en actividades): Determina qué actividades y procesos consumen más recursos y, de esas, cuáles son necesarias y cuáles puedes eliminar.
- Identifica gastos “hormiga”: Revisa software o servicios que se pagan automáticamente y que ya no se usan o que pueden ser sustituidos por alternativas más económicas.
Este enfoque disciplinado en el costo operativo puede convertirse en un hábito a largo plazo para fomentar una cultura de eficiencia y mentalidad de inversión inteligente en toda tu empresa.
3. Diversifica tus ingresos y busca nuevas oportunidades
Depender de un solo producto o segmento de mercado es una gran vulnerabilidad en la incertidumbre. Por el contrario, la diversificación distribuye el riesgo. Además, te abre oportunidades en nichos que siguen creciendo, incluso cuando el mercado general se contrae.
Algunas formas son:
Expandir la oferta: identifica servicios o productos complementarios que puedas ofrecer a tu base actual de clientes. Por ejemplo, una consultoría podría crear webinars pagados a menor costo, para un grupo más amplio de clientes.
Identificar nuevos nichos de clientes: revisa qué segmentos de tu mercado son menos sensibles a la incertidumbre. Por ejemplo, los sectores esenciales como la salud, los alimentos o la educación.
Implementar canales de venta múltiples: en lugar de confiar únicamente en canales de venta físicos o e-commerce, podrías explorar combinaciones, uso de marketplaces o alianzas estratégicas para ampliar tu distribución.
En la Radiografía del Emprendimiento en México 2025 descubrimos que solo el 45.9% de las empresas vende en línea, pero estas tienen una facturación anual promedio 18.3% más alta que las que no lo hacen.
Migrar a modelos de venta recurrentes: si tu producto lo permite, integra modelos As-a-Service (suscripción) que representan ingresos predecibles que estabilizan el flujo de caja.
Cuando sabes dónde está tu riesgo, puedes diversificar para reducir la dependencia sin desviar el enfoque principal de tu marca.
4. Digitaliza y automatiza procesos
En el país, falta camino por recorrer en este ámbito, ya que solo el 66% de las empresas utiliza alguna herramienta digital para su gestión, según lo que encontramos en la más reciente Radiografía del Emprendimiento en México.
Sin embargo, la tecnología es un motor de eficiencia y una herramienta que ayuda a enfrentar la incertidumbre, sobre todo cuando se utiliza para reducir errores y elevar la productividad, como:
- Automatización de tareas repetitivas: mediante herramientas de software especializado en facturación, envío de correos electrónicos, gestión de inventario, registro contable, entre otros.
- Migración a la nube: disminuye la dependencia de infraestructura costosa, facilita el trabajo remoto e impulsa la eficiencia tanto operativa como en la atención al cliente.
- Uso de Data Analytics: Invertir en herramientas de análisis de datos te ayuda a entender qué productos se venden, a quién y por qué. Con esa información podrás tomar decisiones más precisas en inventario y marketing.
En contextos inciertos, la digitalización reduce costos y permite responder con mayor rapidez al mercado. Sin embargo, es importante implementar una estrategia de rediseño de procesos orientada a la eficiencia.
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5. Desarrolla planes de contingencia
Anticiparse a los riesgos no evita que sucedan, pero cuando se tiene una ruta de acción predefinida, es posible minimizar su impacto.
Por eso, otra forma de prepararse en tiempos de incertidumbre económica es tener un plan de contingencia que sea conocido por todo el equipo, para ejecutarlo en un momento de crisis. ¿Cómo desarrollarlo?
- Identifica escenarios críticos: enlista 3 o 5 que tendrían un impacto importante, como perder a un cliente grande, perder un proveedor importante o ser víctima de un ataque cibernético.
- Desarrolla protocolos de respuesta para cada caso y establece acciones claras.
- Diseña una cadena de suministro flexible: busca siempre tener una cadena de suministro secundaria o la posibilidad de sustituir materias primas.
- Revisa si tus seguros y coberturas cubren riesgos operativos, la interrupción del negocio, derivados de eventos extremos (si es aplicable en tu sector).
6. Explora alternativas flexibles de fondeo o financiamiento
La incertidumbre generalmente eleva las tasas de interés para el crédito tradicional, por eso es importante estar al tanto de las opciones para emprendedores, como:
- Fondos gubernamentales y programas de apoyo, locales y federales, que ofrezcan tasas preferenciales o subsidios para Pymes.
- Financiamiento no bancario, a través de fintech, que tienen soluciones más ágiles que el crédito bancario tradicional, préstamos flexibles
- Factoraje electrónico de cuentas por cobrar, a cambio de un porcentaje del pago.
- Capital de inversión y Venture Capital, sobre todo si tu negocio tiene un alto potencial de crecimiento, tienes la opción de buscar inversionistas ángeles que, a cambio de una participación, inyectan capital paciente y know-how estratégico, que puede ser un gran soporte en tiempos difíciles.
- Bootstrapping: se trata del autofinanciamiento y el crecimiento orgánico a partir de ingresos generados por la propia operación.
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Recuerda que el crédito debe ser un acelerador y no un salvavidas de emergencia. Por lo tanto, es importante que el costo del financiamiento no supere el retorno esperado de la inversión.
7. Comunícate claramente y sé transparente
Un liderazgo fuerte es decisivo para gestionar temores y evitar rumores internos que pueden afectar la moral y la productividad. Algunas acciones que pueden mejorar el ambiente son:
- Transparencia con los colaboradores: comunica honestamente la situación y los planes de acción. Evita el optimismo exagerado y sé realista, pero también enfatiza el compromiso de la empresa.
- Escucha las nuevas necesidades de tus clientes y propón soluciones alineadas. Cuida que el equipo de atención al cliente mantenga una comunicación constante con enfoque en la propuesta de valor.
- Fomenta la resiliencia y la adaptabilidad: crea canales de comunicación para que el equipo proponga soluciones desde sus trincheras
Ejemplos de emprendedores que han superado la incertidumbre
Estos son algunos ejemplos de empresas y emprendedores que lograron reaccionar de forma positiva ante la pandemia de covid-19, uno de los ejemplos de mayor volatilidad en los años recientes:
La tienda de lentes Ben and Frank supo adaptarse a las medidas de distanciamiento social para seguir vendiendo sus productos, mediante un filtro (probador de lentes virtual) que ofrece la posibilidad de probarse los modelos de lentes sin estar físicamente en una tienda.
Maricarmen Obregón, autora del libro Efecto Wow y conferencista, supo adaptar sus canales que eran únicamente físicos y empezó a vender cursos digitales, con lo que pudo llegar a un mercado más amplio.
La panadería mexicana Rosetta mantuvo sus operaciones durante la pandemia, mediante la implementación de medidas de seguridad pertinentes y el uso de plataformas de delivery para realizar entregas a domicilio, con el objetivo de conservar empleos.
Recomendaciones para prepararse y poder actuar
Monitorear algunos indicadores puede ayudar a tomar decisiones a tiempo y estar preparados para actuar. Por ejemplo:
- Conocer tu flujo de efectivo semanal te sirve para identificar si hay un déficit proyectado, que puede guiarte para negociar pagos o acelerar la cobranza.
- Revisar mensualmente la inflación y tasas de interés te ayuda a evitar créditos no esenciales, ajustar precios o planear compras estratégicas de insumos.
- Estar al tanto del tipo de cambio es de gran utilidad si tienes costos en dólares, porque te ayuda a evaluar coberturas o incrementar inventarios antes de una posible devaluación.
- Indicadores de la competencia: si está recortando precios o lanzando nuevos productos, puedes evaluar una respuesta táctica inmediata de promoción o mejora del valor percibido.
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La incertidumbre no es un obstáculo; más bien puede servir como un catalizador para la innovación y ahora tienes información de cómo tu empresa puede estar preparada para adaptarse a los cambios.
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