Por qué el silencio ante el (SAT) puede costarte más de lo que imaginas

Cuando emprendes, cuando decides facturar o simplemente cuando decides operar sin que tu contabilidad gire alrededor del temor fiscal, hay un escenario que muchas veces ignoras: no declarar, o declarar tarde, también genera gravedad. Y cuando estás en un régimen como el Régimen Simplificado de Confianza (RESICO), ese riesgo cambia de perfil: deja de ser solo “¿me cobrarán mucho?” a “¿me excluirán del régimen favorable?”. Conoce más sobre el cumplimiento fiscal en RESICO.

Fundamento legal y alcance del RESICO

El RESICO está regulado en la Ley del Impuesto Sobre la Renta (LISR) en su sección dedicada a las personas físicas que realizan actividades empresariales, profesionales o arrendamiento. El artículo 113-E señala que pueden optar por este régimen siempre que sus ingresos propios del ejercicio anterior no excedieran de $3,500,000 MXN.

Dentro de esta sección se incluyen otras obligaciones específicas:

  • El artículo 113-F de la LISR determina que están obligados a presentar la declaración anual, considerando ingresos amparados por CFDI efectivamente cobrados, sin aplicar deducciones.
  • La fracción III del artículo 113-H establece que, para permanecer en este régimen, el contribuyente debe estar al corriente en sus obligaciones conforme al artículo 32-D del Código Fiscal de la Federación (CFF).
  • Adicionalmente, la regla 3.13.3 de la Resolución Miscelánea Fiscal (RMF) aclara que quienes hubieran obtenido ingresos mediante plataformas digitales (artículo 113-A de la LISR) y también realicen actividades empresariales/profesionales no podrán tributar bajo el RESICO por esas actividades.

En resumen: sí, el RESICO da ventajas —tasas reducidas—, pero también exige cumplimiento puntual.

¿Qué pasa si no presentas declaraciones o estás fuera de término?

La omisión de obligaciones fiscales no es inocua. El CFF (artículos 81, 82) estipula sanciones para quienes no presenten declaraciones o lo hacen fuera de plazo. Por ejemplo: presentar la declaración anual fuera del plazo puede generar multas de $1,810 hasta $22,400 MXN por obligación omitida.

Cuando además ya existe un requerimiento por parte del SAT, la multa puede escalar hasta $44,790 MXN o más por cada obligación omitida.

Pero no solo son montos: la consecuencia puede implicar que te saquen del RESICO, lo que te obliga a tributar por regímenes con tasas más altas, más trámites, más incertidumbre.

Errores que te sacan del RESICO

Algunos de los errores más frecuentes que llevan a perder los beneficios del régimen son:

  • No realizar declaraciones mensuales o hacerlo fuera del plazo.
  • Superar el límite de ingresos de $3,500,000 MXN anuales o mantener actividades que no son compatibles con el régimen.
  • Ser socio o accionista de persona moral, lo cual está prohibido para permanecer en el RESICO.
  • Emitir facturas incorrectas, omitir registros de ingresos, o utilizar un régimen fiscal no compatible.
  • Contabilizar ingresos de plataformas digitales sin cumplir con el régimen correspondiente (artículo 113-A de la LISR) — en ese caso, la regla 3.13.3 los excluye del RESICO.

Mantenerse al día: obligaciones concretas del contribuyente para el 

Para estar al corriente y conservar la tranquilidad que brinda este régimen, debes:

  • Presentar declaraciones mensuales antes del día 17 del mes siguiente al que corresponde.
  • Emitir CFDI cuando corresponda y registrar correctamente tus ingresos cobrados.
  • En caso de tener ingresos relevantes, presentar la declaración anual (según lo marcado en 113-F de la LISR).
  • Verificar que no estás en régimen no compatible (asalariados exclusivamente, actividades no autorizadas, plataformas sin trámite adecuado).
  • Llevar un sistema de facturación y control que permita comprobar tu situación ante el SAT.

¿Ya cometiste errores? ¿Qué hacer?

No todo está perdido. Si detectas que omitiste declaraciones o estás en régimen incorrecto:

  • Presenta declaraciones complementarias para los períodos omitidos.
  • Considera cambiar de régimen si ya no cumples con los requisitos del RESICO. Pero ojo: una vez que sales del régimen simplificado, no puedes regresar al mismo ejercicio.
  • Implementa controles de facturación y registro de ingresos para evitar repetir errores.
  • Actúa proactivamente: de hecho, hay resoluciones del Tribunal que indican que si tú mismo comunicas la omisión antes de que el SAT la descubra, puedes evitar multas por descubrimiento (artículo 76 CFF).

 

¿Por qué acompañarte con un especialista hace la diferencia?

El cumplimiento adecuado en el RESICO no es solo evitar multas. Es operar con seguridad, aprovechar tasas bajas, tener respaldo para crecer, emitir facturas, acceder a créditos o mercados formales. Cuando tienes asesoría experta:

  • Evitas errores que llevan a sanciones elevadas.
  • Puedes concentrarte en tu negocio, no en trámites.
  • Mantienes tu régimen vigente, tus obligaciones al día, sin sobresaltos.

El silencio fiscal, la omisión de declaraciones o la errónea interpretación de obligaciones tienen un costo, no solo en impuestos, sino en estabilidad, tranquilidad y credibilidad. Por eso, convertirte en un contribuyente responsable no es solo “cumplir”, es “operar con libertad”. Con el respaldo adecuado, lo haces sin que el riesgo te detenga.

Servicios como los que ofrece Factorum se convierten en tu aliado para que no solo “no te atrases”, sino que avances tranquilo.

 

 

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