En el marco del Día Nacional de las Personas Adultas Mayores, es importante visibilizar el papel de quienes, después de los 65 años, deciden emprender y construir nuevas oportunidades.
Sólo 0.6% de las personas fundadoras de empresas en México emprenden después de cumplir los 65 años. Estas empresas suelen tener ingresos anuales menores a 20 millones de pesos y se concentran en el segmento de micro y pequeñas empresas: 3 de cada 4 tienen menos de 10 empleados. Además, para 9 de cada 10 adultos mayores emprendedores, su empresa representa una segunda fuente de ingresos o un ingreso extra, de acuerdo con datos de la Radiografía del Emprendimiento en México 2024.
Esto plantea una pregunta central: ¿cómo fortalecer el emprendimiento en adultos mayores en un entorno que avanza cada vez más rápido?
La experiencia como ventaja competitiva
Lejos de ser una limitante, la experiencia es un activo estratégico. Según la Radiografía del Emprendimiento de la ASEM, 48% de los emprendedores mayores de 65 años identificaron una oportunidad de negocio como la razón para fundar su empresa, casi el doble que el promedio nacional de 27%.
Su trayectoria laboral les otorga mejor criterio para detectar oportunidades, saber qué funciona y cómo responder a desafíos del mercado. Este valor diferencial convierte al emprendimiento en adultos mayores en un motor que merece más visibilidad.
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Otra característica clave es que 7 de cada 10 adultos mayores emprenden con socios. Esto contribuye a que:
- Su tiempo promedio de operación sea 14% más largo que el de otras empresas.
- Alcancen la rentabilidad 15% más rápido.
Los equipos sólidos y los modelos de empresa estables permiten un despegue más firme. El reto está en cómo escalar estas iniciativas.
Retos del emprendimiento en adultos mayores
Aunque existe talento y resiliencia, hay barreras que limitan el crecimiento:
Exportaciones y encadenamientos productivos
- Hay 84% menos empresas exportadoras fundadas por adultos mayores.
- 41% intentó vender a grandes compañías, pero no lo logró por carecer de requisitos legales, financieros o referencias de negocio.
Adopción de herramientas digitales
- 61% de los adultos mayores emprendedores no sabe vender por internet.
- Entre quienes sí lo hacen, no lograron aumentar sus ventas en 2024 respecto al año anterior.
- Sólo 41% utiliza herramientas digitales de gestión, frente al 68% de la media nacional.
El rezago digital es una de las principales brechas a cerrar para que el emprendimiento en adultos mayores sea competitivo en el futuro.
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Programas y apoyos disponibles
Actualmente existen pocas opciones de fortalecimiento de capacidades empresariales para personas mayores de 65 años, entre las que destacan:
- Centros de Capacitación para Personas Adultas Mayores de OXXO, que enseñan a construir modelos de negocio sostenibles.
- Vinculación Productiva del INAPAM, con opciones de empleo, capacitación y emprendimiento.
- Entrecanos, una plataforma social que impulsa la empleabilidad y el emprendimiento de personas mayores de 50, con programas de capacitación, vinculación y oportunidades para continuar activos en el mercado laboral.
Conclusión: hacia una economía más inclusiva
Impulsar el emprendimiento en adultos mayores no es sólo una cuestión de justicia social: es una oportunidad económica para México. Al mejorar las capacidades digitales, facilitar el acceso a cadenas de valor y apoyar con programas especializados, podemos transformar la experiencia en crecimiento sostenido.
Apostar por los adultos mayores como emprendedores es apostar por una economía más inclusiva y próspera, que no deje fuera a quienes todavía tienen mucho que aportar.